En siluetas mágicas, sólo recuerdo esa noche en que palidecí y decidí escribir así.
Con música de fondo tal vez un Jazz sordo, inició nuestra charla de pura evacuación cotidiana… pero, ¿Qué es hablar mierda? Será la sinceridad plena de un vagabundo o una ramera por decir lo que piensan, o quizás el aparente discurso lógico de un presidente tercer mundista. Puede que sean mis letras queriéndote embarrar y de sueño mojado atrapado en tus dedos.
Hablemos de eso (tus dedos), porque hablar mierda nunca fue tan bueno si al hacerlo siento uno de tus dedos cerca de mi trasero. “Me gusta” es él título de una canción que escribí a la situación táctil de tu roce digital en mi panel amoroso de sensaciones.
Ahora bien, tómalo con calma porque hablar mierda fue necesario para que te encerraras conmigo en este cuarto llenos de espejos que delatan nuestra desnudez en cada milímetro de esta habitación. Te encantó porque callamos y dimos pasos al encuentro, hablando el idioma carnal de pasiones, entrelazándose lo más puro y desgarrante.
Ahora tú también tómalo con calma, porque sé que quieres encerrarte en el mismo cuarto en el que estuvo tu mente aquellos segundos, el morbo al leer esto se ve en tus ojos y ya quieres empezar a hablar un poquito de mierda conmigo… pero no estoy de ánimo cuando veo que es la muerte y estoy tirando tanta muerte por la boca; Sabes que es preciso que hoy te hable de esta manera para que entiendas que hasta para hablar mierda hay que tener vergüenza.
La vergüenza que se te olvido encarar y te hizo llevar por los peldaños de una falsa personalidad, desesperación y mucha duda; “por favor, todo el que lea esto ahora, que llore(Sí como No)”. Pero esta vez no hablaste sino te embarraste de puro excremento… pensaste que aquellos eran los últimos versos, pues NO... queda más veneno, porque hablar Heces nunca fue tan bueno, porque al hacerlo siento que vuelo y piso tu cara.
Ahora tu, bueno la otra tu. Sé que espera estas líneas con desesperación como la pasajera en trance, esperando la ilusión de volverte a sentir enamorada, pero lo único que te sale es dolor. Aunque mi otra yo te observa, como la que montará el tren de sus pasiones. Agonizaras en ese viaje, porque te enamoraras y todo aquel que da ese paso cae en el pilón de las 99 manos, queda machucado y putrefacto por la mentira que es la realidad.
Hoy me enamore de un gay, porque la veía tan hombre como él, tan diferentes y similares que me provoca curiosidad, tanta pasión envuelta en un sueño de madrugada. Pero es extraño porque su rostro se pierde en mi realidad y en la alucinación es tan claro que puedo ver sus penetrantes ojos hablándome y diciéndome que somos tan parecidas, que diríamos a gritos la libertad que sentíamos. La lengua penetrada como una flauta mágica que le toca una nota orgásmica a su sentido en los oídos del punto G de su razón.
Con música de fondo tal vez un Jazz sordo, inició nuestra charla de pura evacuación cotidiana… pero, ¿Qué es hablar mierda? Será la sinceridad plena de un vagabundo o una ramera por decir lo que piensan, o quizás el aparente discurso lógico de un presidente tercer mundista. Puede que sean mis letras queriéndote embarrar y de sueño mojado atrapado en tus dedos.
Hablemos de eso (tus dedos), porque hablar mierda nunca fue tan bueno si al hacerlo siento uno de tus dedos cerca de mi trasero. “Me gusta” es él título de una canción que escribí a la situación táctil de tu roce digital en mi panel amoroso de sensaciones.
Ahora bien, tómalo con calma porque hablar mierda fue necesario para que te encerraras conmigo en este cuarto llenos de espejos que delatan nuestra desnudez en cada milímetro de esta habitación. Te encantó porque callamos y dimos pasos al encuentro, hablando el idioma carnal de pasiones, entrelazándose lo más puro y desgarrante.
Ahora tú también tómalo con calma, porque sé que quieres encerrarte en el mismo cuarto en el que estuvo tu mente aquellos segundos, el morbo al leer esto se ve en tus ojos y ya quieres empezar a hablar un poquito de mierda conmigo… pero no estoy de ánimo cuando veo que es la muerte y estoy tirando tanta muerte por la boca; Sabes que es preciso que hoy te hable de esta manera para que entiendas que hasta para hablar mierda hay que tener vergüenza.
La vergüenza que se te olvido encarar y te hizo llevar por los peldaños de una falsa personalidad, desesperación y mucha duda; “por favor, todo el que lea esto ahora, que llore(Sí como No)”. Pero esta vez no hablaste sino te embarraste de puro excremento… pensaste que aquellos eran los últimos versos, pues NO... queda más veneno, porque hablar Heces nunca fue tan bueno, porque al hacerlo siento que vuelo y piso tu cara.
Ahora tu, bueno la otra tu. Sé que espera estas líneas con desesperación como la pasajera en trance, esperando la ilusión de volverte a sentir enamorada, pero lo único que te sale es dolor. Aunque mi otra yo te observa, como la que montará el tren de sus pasiones. Agonizaras en ese viaje, porque te enamoraras y todo aquel que da ese paso cae en el pilón de las 99 manos, queda machucado y putrefacto por la mentira que es la realidad.
Hoy me enamore de un gay, porque la veía tan hombre como él, tan diferentes y similares que me provoca curiosidad, tanta pasión envuelta en un sueño de madrugada. Pero es extraño porque su rostro se pierde en mi realidad y en la alucinación es tan claro que puedo ver sus penetrantes ojos hablándome y diciéndome que somos tan parecidas, que diríamos a gritos la libertad que sentíamos. La lengua penetrada como una flauta mágica que le toca una nota orgásmica a su sentido en los oídos del punto G de su razón.
