Un mar de dudas llega a su mente, hace pocos minutos todo era perfecto, qué pasó esta vez.. Toma asiento al lado de la cama, y sólo observa con lastima y sufrimiento el desvanecimiento de la felicidad. Un sueño profundo de unos segundos trae consigo la perdida de la conciencia y cae en ella un bombardeo incesable de dolor, palabras punzantes en su cerebro sólo la incitan a perderse. Él hace todo para obtener su confianza, ella simplemente no puede creer, su instinto nunca le ha fallado; ese hombre oculta algo..

Ella no sabe que quiere, pero sus sospechas que Él no le conviene cada momento crecen y quizás en ambos sea el mismo caso, pero el amor es tonto e inagotable y no quiere rendirse. Su cuerpo le prohíbe ser feliz, cuando lo intenta es como romper un pacto con el mismo diablo.

Cuando la vida ha marcado tanto es difícil creer y es cuando va afectado el sentimiento que siente el corazón. Cree perder eso que tanto aprecia y es así, pues el amor se basa en la libertad. No hay manera de decirle que siente, pues teme que la abandone. Ella no tiene derecho, pero no puede negar que le quema por dentro toda esa incertidumbre y no hay solución. Es el precio del amor.