Me miras desde lejos, me amas desde lejos, me sientes desde lejos, ¿cómo puedes llamarlo amor?

No estas a mi lado cuando enfermo, ni estamos en las fotos familiares, yo no estoy en tu cumpleaños y eres invisible a mi familia, ¿cómo se justifica eso?

No me exiges, no me esperas y ni siquiera me pides que hagamos el amor. Por qué estamos luchando si no hay nada que marque lo que sentimos y... ¿Qué sentimos?

Inestabilidad, incertidumbre, sufrimiento, dolor y decepción, llenan mi existencia, caigo al suelo recordando que tan solo eres un sueño en mi mente.

A veces te siento tan adentro, pero tu comportamiento me empuja forzosamente a la realidad. No sé cuando te tendré por completo, cuando podremos llenar las imágenes sin rostros en nuestras vidas y cuando tendremos esas vidas en una.

Siempre resaltará esa luz que ilumina nuestros corazones. Siempre te amare como el primer momento que te di entrada en mi, Sabes también que me amarás aunque nuestros destinos se empeñen en tomar caminos diferentes, pero el amor y la razón algún momento te harán luchar por esto. Este amor siempre vivirá en mi por el resto de los siglos.

Tenemos el corazón herido y la desconfianza se ha apoderado de nuestros sentimientos, Se que en el fondo queremos poder creer en las promesas, pero el pasado ya hirió nuestras almas y se que tardarán en reponerse.

No nos queda más que seguir en esta vida, llena de envidias, interrogantes y sueños. Ni siquiera te pido que hagas algo, sólo no dejes de amarme.

Lo único que sé es que en mi vida siempre estarás, como lo más grandioso, valioso y dichoso, Aunque tal vez nunca termines de creerlo.