Hoy cuando el lápiz está boto, es que se siente la necesidad de gritar sus trazos y esculpir en un mármol los mandamientos escépticos que se vuelven poesía cuando mi alma vuela a la cúspide de lo más bajo de todo mi sentir.
Hoy en media noche no se que hacer con mis pinceles y mi pipa que esta hambrienta de mi boca, por mi mundo y por mis bustos mejorados apuro plástico sintético – social en la que más envuelve mi desierto.
Caminando bajo la lluvia junto a mi eterna compañía la soledad, una reforma fiscal agobia mi recorrido y mi aire revolucionario solo quiere ver mártires olvidados y mi cuerpo recostado en aquella playa donde olvido todo, incluyendo la odisea de mi cerebro retorcido, apretado y desenfrenado, sembrado de raíz en la tierra, dejando sus venas ancladas al lodo de mi rostro desfigurado y ensangrentado.
El sonido de un violín saca de contexto mi cara, que de por si esta más arrugada, mi cuerpo mutado y mi alma más destrozada.
Con sutileza y mucho tacto, de la historia que he querido contar y me he olvidado, solo porque fue una luz que ilumino mi valle de oscuridad, tan solo porque fue una flor que pise, tan solo porque es un ángel quien quise quitarles las alas y hacer revolución en mi cama.
Escupiendo desde mi balcón, salpico a un mundo que se refugia en sus casas, a la cual le hago música de cuna con mi vomito, lo que se traduce a que mi boca esta cantando para ustedes esta noche. Así mi chorro anémico se esparce por los tejados volviéndose rocío para las personas que habitan esta ciudad de sol.
Sóla a esta hora me confundo, porque lucho con toda la locura lógica que pasa por mi mente y no puedo darle forma a tanta incongruencia, a tantas acciones repetitivas que se mezclan en un abismo de caos, dando como resultado mi perspectiva de ver mi propia forma de ser.
Hoy en media noche no se que hacer con mis pinceles y mi pipa que esta hambrienta de mi boca, por mi mundo y por mis bustos mejorados apuro plástico sintético – social en la que más envuelve mi desierto.
Caminando bajo la lluvia junto a mi eterna compañía la soledad, una reforma fiscal agobia mi recorrido y mi aire revolucionario solo quiere ver mártires olvidados y mi cuerpo recostado en aquella playa donde olvido todo, incluyendo la odisea de mi cerebro retorcido, apretado y desenfrenado, sembrado de raíz en la tierra, dejando sus venas ancladas al lodo de mi rostro desfigurado y ensangrentado.
El sonido de un violín saca de contexto mi cara, que de por si esta más arrugada, mi cuerpo mutado y mi alma más destrozada.
Con sutileza y mucho tacto, de la historia que he querido contar y me he olvidado, solo porque fue una luz que ilumino mi valle de oscuridad, tan solo porque fue una flor que pise, tan solo porque es un ángel quien quise quitarles las alas y hacer revolución en mi cama.
Escupiendo desde mi balcón, salpico a un mundo que se refugia en sus casas, a la cual le hago música de cuna con mi vomito, lo que se traduce a que mi boca esta cantando para ustedes esta noche. Así mi chorro anémico se esparce por los tejados volviéndose rocío para las personas que habitan esta ciudad de sol.
Sóla a esta hora me confundo, porque lucho con toda la locura lógica que pasa por mi mente y no puedo darle forma a tanta incongruencia, a tantas acciones repetitivas que se mezclan en un abismo de caos, dando como resultado mi perspectiva de ver mi propia forma de ser.
demasiado profundo para mi....na valor :P